La búsqueda

En la búsqueda hay un trazo. En la infancia podíamos pasar horas jugando tirados en el piso armando historias, empujando objetos haciéndolos cursar el espacio. Usábamos cosas que hacían las veces de otras, nosotros estábamos utilizando la capacidad de imaginar, de crear. Ahora como actores investigamos, entre comillas buscando cosas interesantes entre comillas. ¿Dónde está la creatividad? ¿Cómo aparece? Para mi es nuestra tarea es ordenar el caos y desordenar el orden. Si el campo de búsqueda es infinito mejor será generar reglas, armar caminos. Cuando creamos un perímetro sabemos cuánto tenemos y cuánto nos queda por recorrer, y también nos da un sentido, un fin (en el sentido de sentido, y en el sentido de terminar). Si acotamos nuestra búsqueda entonces podemos trabajar más profundo sobre algo, hacemos un surco. Así también funciona nuestra atención, focalizamos sobre una parte para poder asimilar la información, recién luego de asimilar eso puedo pasar a otra cosa. Algo queda dentro de nuestro foco de atención y algo queda fuera. Para eso fabricamos premisas para cumplir, decimos encontrar seis formas de cargar, seis formas de usar el objeto. No es importante el número, pero sin dudas lo es porque te obliga a conseguir más de cinco y menos de siete. Eso significa producir y saber elegir. Cortar. Discernir. En esa búsqueda generalmente aparecen bloqueos. No sé qué hacer, no se me ocurre nada. Los bloqueos son parte de nuestra búsqueda. ¿Qué hacer con ellos? Primero identificarlos. Decirse estoy bloqueado. Segundo encontrar herramientas que me ayuden a salir de ese lugar. La primera es hacer lo primero que se te ocurra, generalmente estamos bloqueados porque criticamos nuestras ideas. No se puede crear y criticar. Primero necesitamos hacer y luego reflexionar. Si lo hacemos todo junto posiblemente no podamos movernos ni siquiera un paso. Otra herramienta es ponerse una regla: ahora voy a alinear los objetos, o ahora solo pruebo con uno solo, ahora hago lo contrario de lo que hice. En fin, hay miles de premisas para darse. Lo importante es aprender a pensar en no pensar tanto. Muchas veces es difícil saber lo que me gusta o cómo estar cómodo en un lugar o cómo relajarme o cómo decidir qué cosa es mejor que otra. Conocernos también es parte de nuestra tarea. Perderse y encontrarse, esa es la búsqueda.

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