El público completa

Cuaderno: nota sobre el estreno de Amuleto


y después de mucho tiempo el público por fin asiste al momento. 
La obra se abre. Es transitada por la mirada, es respirada y soportada por otras almas. 
La obra se va de viaje por las historias de cada uno de los espectadores. Resuena. Emite y busca ver dónde mueve algo y dónde pasa de largo. Qué palabra despierta, qué imagen llama, qué pensamiento gira qué roldana que tira de tal o cual idea. A quién hiere esa bala a quién le cura ese abrazo, a quién le pesa esa piedra que cargamos tanto hasta aquí. Tanto ensayo para estructurar una hora de tiempo compartido.

¿Qué hicimos en todo este tiempo? ¿Qué es lo que construimos,  historias, personajes, climas, estados?  ¿Mensajes? Regueros de signos que buscan ser decodificados. ¿Qué tejimos?¿Para qué, para quienes?Supongo que para nosotros. Para cualquiera que quiera y guste de embarcarse. El publico completa. Y como sabemos que es necesario para el encuentro establecemos todos nuestros recursos en la tarea previa, para que todo salga como creímos en algún momento, por alguna razón que es lo mejor. No lo sabemos hasta que tenemos un primer encuentro. 

El domingo sería nuestro primer pasada con público, el encuentro sería a las 21:30, pero antes teníamos muchas cosas por hacer. Transportar la utilería al teatro, acondicionarlo, montar las luces, hacer una pasada técnica y ensayar algunas escenas de último momento. Por eso nos habíamos citado en el lugar a las 14 horas, era una hora razonable para realizar todas esas cosas y hacerlas con tranquilidad y felicidad. La sorpresa fue llegar y encontrar el lugar cerrado y luego de varias llamadas como a la media hora enterarnos que a recién a las 16 horas llegarían. Así que nos fuimos a la casa de la cultura  a repasar unas escenas más flojas. Cuando retornamos a las 16:20 aun no había abierto el lugar. Cuando pudimos entrar empezamos a acondicionar la sala. La persona que nos abría el lugar tenía muy buena onda y disposición pero no sabía como manejar la consola de luces, que como decimos en mi barrio estaba "chapiteando". Al parecer alguien nos podría socorrer si teníamos suerte, y llegaría en 20 minutos, a esto eran las seis de la tarde por lo que viendo como venía la cosa, indiqué a los actores que hiciéramos la pasada en el lugar sin luces, para no depender de nadie y que si no venía nuestro ansiado técnico actuaríamos con luces fijas de emergencia. Pensamiento aparte- las cosas que llegamos hacer para llevar adelante lo que tenemos en mente!!. La consigna de la pasada fue como si hubiera gente...-si hay algún error se sigue y se ve después-. Casi corto la pasada a los dos minutos porque no estaba bien  colocada  pero la dejé seguir para ver si se acomodaba, luego pareció mejorar. Hubieron algunos errores del plan objetos que no aparecieron cosas que no sucedieron, pero en general se salvo todo escollo (suena linda la palabra escollo, sobre todo para este día). Así que terminada la pasada aproveché para repasar alguna escena que necesitaba otro ritmo, marcar bien el principio y marcar bien el final y el saludo. No quiero dejar por alto el episodio de la puerta. Hay una puerta que comunica el escenario con un lugar al costado, una puerta grande, pesada. Al abrirla la segunda vez se desprende de los tornillos y cae encima de Marcel que justo la estaba abriendo, por suerte no sucedió nada grave y menos mal que se rompió antes de hacer la función. Entre cuatro la levantamos y la sacamos del lugar. 
Cuando terminamos la pasada y las indicaciones serían las 20 horas, en ese momento llega el chico que nos ayudó con las luces y la consola. Por suerte pudimos arreglar todo y sin hacer  el querido ensayo de luces todo estaba pronto para la función. Pero debo reconocer que me gusta improvisar con las lucesitas.
Luego el espectáculo, lo de siempre, algunas reacciones  pasan como pensamos otras no tanto, algunas cosas salen como las ensayamos otras no. Es tan interesante el momento presente que no tiene sentido hablar de lo que se cumple y lo que no. Al final hicimos un foro con algunos estudiantes que nos devolvieron algunas sensaciones de la obra. Y así comienza el vai-ven
Nosotros que hacemos la obra generamos una ola que va hacia los espectadores y ellos con su presencia y también después con sus comentarios nos la devuelven y esa misma ola transforma la obra y a nosotros también. En un eterno ida y vuelta.

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